Botiquín de verano
En época de vacaciones cada uno disfruta de su tiempo libre como quiere, playa, montaña, turismo cultural, paseos por ciudades, senderismo, deportes de aventura… pero nadie queremos que una pequeña molestia arruine los días más esperados del año, así que vamos a hablar de los productos más comunes que podemos necesitar en cualquiera de estos viajes.
Protección solar: un básico para cualquier entorno, no debemos olvidar reponerla cada dos horas.
Aftersun: por si se nos despista la reposición de la protección solar y nos quemamos, agradeceremos muchísimo tener algo para calmar las rojeces.
Antiácido: es común que en estas fechas nos peguemos alguna comilona, chiringuitos, barbacoas… y si además lo acompañamos de una relajante siesta después se propicia la acidez estomacal y el reflujo.
Tiritas: zapatos nuevos, caminatas, nunca sabes dónde va a aparecer la dichosa rozadura que puede fastidiarte el resto del viaje.
Desinfectante: yodo, clorhexidina…para que cualquier herida, raspazo o corte no se infecte
Repelente de insectos: sobre todo para zonas de naturaleza, tanto playa como montaña
Crema o rollon calmante: los repelentes funcionan muy bien, pero ninguno es infalible, los bichos pueden llegar a ser muy cabezones y conseguir picarnos, todos sabemos lo molesto que puede ser. Los productos calmantes van desde la caléndula, calmante natural perfecto para cualquier rojez, irritación o picadura, un antihistamínico que calme cuando hay mucho picor o un corticoide suave cuando hay mucha inflamación.
Pro/prebiótico: mucha gente padece estreñimiento cuando sale de casa. Estos productos nos ayudarán a prevenirlo, además, en caso de que, al contrario, algo nos sentara mal o nos intoxicáramos con alguna comida o bebida también pueden cortarnos un episodio de diarrea.
Contra los mareos, para todo el que sufra en los viajes en coche o en autobús o vayan en crucero o de excursión en cualquier tipo de barquito. Para niños y mayores, ya sea en forma de comprimidos, chicles o bebido para los más peques.